lunes, 23 de febrero de 2015

Enredados en la Misma Tela

Hace algunos días descubrí lo entrelazada que está mi historia con la vida de personas que terminaron marcando mi vida y mi historia, y es que ahora entiendo que tan pequeño tiene que ser el mundo para que sea del tamaño de un pañuelo.

Mis sueños, los sueños de los que amo, mis metas y las metas de mis conocidos, mi historia y la de otros, en algún punto se unen o se enredan en la misma tela.
Las personas que más amo son las que me sorprenden más seguido; en la infancia de mi mejor amigo estaban los que ahora son mis amigos, y mis amigos de infancia son los que ahora son sus amigos, nací en la familia que tenía que nacer y conocí a las personas que tenía que conocer para ser la persona que soy hoy.

No soy supersticiosa, pero las cosas que no puedo cambiar fueron destinadas a ser, nací mujer, me engendraron los padres que me engendraron, y tengo los hermanos que tuvieron, no puedo decidir ser hija de alguien más y que mi genética y mi sangre se transforme y me vuelva de otros, no puedo decidir si quiero o no tener los hermanos que tengo, no puedo decirle a mis ojos que cambien de color porque los quiero azules y no puedo volverme un varón. Así tenía que ser yo y punto.

Muchas veces o quizá muy seguido, me encuentro entrelazada con las emociones de otros, ese débil sentimiento que tenemos o que al menos yo tengo que me hace saber que algo anda mal en la vida de las personas que me rodean, aveces entiendo sus emociones otra veces solo me duele verlos en el estado en el que se encuentran.

Siento empatia por ellos cuando se que las emociones, sentimientos y experiencias que están viviendo las he tenido yo, la mayoría de las veces no se como ayudarlos, y siempre es diferente la forma en la que reacciona la gente a ciertas circunstancias.

Escribiría sobre lo que me a pasado últimamente, emocionalmente, y físicamente, pero hay cosas que no puedo contar porque son privadas y le pertenece a las personas que amo. Pero si pudiera consolarlo como el me consuela ami, si me hablara de lo que le sucede, si realmente las palabras de mi boca fueran dulces a su corazón herido, aseguro que lo haría, estoy dispuesta a hacer todo lo que necesite. Porque se lo dura que es la vida, y dentro de mi corazón pasan cosas similares.

Quisiera poder cambiar la realidad de las personas, ayudarles a vivir felices, pero todos en este mundo sufrimos por algo, y se que no puedo cambiar las cosas, ni la vida de otros, por mucho que no intente, solo Dios puede, solo puedo rogar por ellos, pero no esta en mi control.

El mundo es muy pequeño, vivimos las mismas emociones y sentimientos, unos mas seguido que otros, algunos otros las viven mas fuerte, las viven de diferentes formas, pero todos pasamos por dificultades. El mundo es tan pequeño que mi vida se cruza con la de mucha gente y se cruzó con la tuya.

—La Luciérnaga Misteriosa —